El porteo y la lactancia son prácticas naturales en la crianza de nuestros hijos, ambas suplen la necesidad de contacto, nutren física y emocionalmente. No están estrictamente unidas, pero pueden ser grandes aliados y complementarse muy bien uno con el otro.

Portear nos permite ofrecer contacto a nuestro bebé y esta cercanía constante es muy positiva para favorecer la lactancia materna.

▪ La producción de leche se ve favorecida:

¿Sabes cómo se produce la leche materna? En resumen, es una reacción en cadena que envía una señal al cerebro de la madre para que libere muchas hormonas: entre ellas la prolactina, encargada de producir la leche, y oxitocina, la cual estimula la producción de prolactina y es la encargada de la secreción de la leche, es decir, permite que la leche salga. Estas hormonas se producen principalmente por la demanda del bebé, pero también hay otras formas de estimular su producción. La oxitocina y prolactina, también conocidas como hormonas del amor y placer, también se estimulan gracias a la sensación de bienestar y amor que podemos experimentar gracias a la cercanía constante de nuestro bebé. El tacto, el calor y el olor de nuestro bebé juegan un papel muy importante, todo esto nos lo permite el porteo.

▪ Facilita la libre demanda:

La libre demanda nos ayuda a establecer la producción de leche. Responder a la demanda de nuestro bebé y su succión son las principales formas en que podemos favorecer y mantener la lactancia materna. Los bebés suelen demandar constantemente el pecho ya que cubre muchas de sus necesidades fisiológicas. El porteo nos facilita responder oportunamente a la necesidad que tiene nuestro bebé de mamar. En el portabebés nos puede acompañar en todo momento y hacer sus tomas.

¡A mayor succión = Mayor producción!

▪ Notamos los signos de hambre oportunamente:

Sobre todo en bebés pequeños los primeros signos de hambre son muy discretos, pero si los dejamos pasar y los atendemos de manera tardía es común que el bebé suela llorar descontroladamente, lo que dificulta que se prenda al pecho y también que produzca más cólicos. Lograr la toma puede volverse difícil, ya que primero hay que lograr calmar al bebé y luego volver a ofrecer el pecho. Tener a nuestro bebé en constante contacto nos facilitará observar esos primeros signos de hambre y darle de mamar en el momento oportuno.

▪ Nos proporciona un refugio:

Si bien encontramos una solución para que nuestro bebé nos acompañe y poderle dar sus tomas en cualquier momento, puede que no en todo lugar nos sintamos cómodas para dar de mamar. La lactancia es un acto lleno de amor, natural y no hay razón para sentir vergüenza, también es válido preferir la privacidad. El portabebés nos ofrece un refugio para poder amamantar discretamente y en cualquier lugar.

▪ Disminuye gases, cólicos y reflujo:

La lactancia por sí sola disminuye los gases y cólicos, pero el inmaduro sistema digestivo de nuestro bebé puede hacer que este trío sea una gran preocupación los primeros meses. El porteo nos ayudará a disminuirlos y poder realizar tomas más tranquilas sin tener que preocuparnos por estos, ya que la posición en vertical y el balanceo constante ayuda a liberar los gases fácilmente y disminuir los cólicos.

▪ Poder hacer otras cosas mientras amamantamos:

Otra gran ventaja es poder realizar otras actividades mientras amamantamos, sobre todo si nuestro bebé ya tiene mayor control y puede realizar la toma por sí solo, incluso nuestro bebé puede llegar a conciliar el sueño y seguir mamando dormido. Es una gran herramienta para conciliar nuestra vida y la etapa de lactancia, ya que nos facilita mantener la lactancia mientras podemos hacer otras actividades.

Te he contado formas increíbles en que la lactancia y el porteo se complementan, pero te quiero hacer un recordatorio: ¡No te presiones!

Aunque ambas prácticas se llevan genial, también requieren de práctica y aprendizaje, no tienes que lograrlo a la primera. Con un bebé pequeño puede ser más difícil.

Los bebés pequeños necesitan más de nosotros para lograr alcanzar el pecho y poder mamar tranquilamente. Si no tiene control cefálico es necesario ayudarles a sostener su cabeza durante la toma. Conforme el bebé crece y va adquiriendo control de su cuerpo todo es más fácil, ya que solito puede posicionarse y mantenerse durante la toma, bastará darle un poco de espacio.

No hay necesidad de agregar dificultad si aún no han logrado establecer su lactancia. Para favorecer la lactancia puedes aprovechar y tener mucho contacto con tu bebé, aunque sea sin portabebés. Puedes ir practicando poco a poco con el cargador e ir perfeccionando su uso. Si en el momento de dar de mamar no logras estar cómoda, saca a tu bebé y dale de mamar fuera del portabebés. Intenta en momentos de calma y, sobre todo, ¡disfruta!

En el siguiente artículo puedes aprender como dar de mamar en el portabebés o cargador.

Consulta siempre con una Asesora de Porteo que evalúe tu necesidad en particular y te ayude a elegir lo que mejor se adapta a la condición de tu bebé y a tu necesidad.

¡Fortaleciendo vínculos!