El porteo ergonómico nos ofrece grandes beneficios, podemos aprovechar todos los beneficios del contacto sumados a mayor comodidad para el bebé y el adulto, además de resguardar el adecuado desarrollo del bebé.
¡Un portabebés ergonómico debe de adaptarse al cuerpo del bebé y no al contrario!
Cuando porteamos de manera ergonómica:
▪ Protegemos el adecuado desarrollo de las caderas.
▪ Protegemos el correcto desarrollo de la columna.
▪ Es una experiencia más placentera para el adulto gracias a que el peso se reparte cómodamente, sin causar molestias y evitando dolores.
▪ El centro de gravedad del adulto no se ve alterado, facilitando llevar al bebé cómodamente.
▪ Entre muchos otros beneficios para el bebé y el adulto. Para saber más al respecto puedes leer el artículo “porteo ergonómico y seguro”.
Para portear de manera ergonómica debemos respetar la fisiología natural del bebé y es por esto que hay una recomendación esencial que se mantiene en todo tipo de portabebés:
El bebé debe de ver hacia el adulto y no hacia afuera.
La posición “cara al mundo” es sugerida por distintos portabebés, tanto no ergonómicos como ergonómicos. Sin embargo, aunque el portabebés sea ergonómico, esta posición no logra respetar las pautas para lograr un porteo ergonómico y seguro. Es aquí donde conocer el adecuado uso es tan importante.
Algunas de las razones por las cuáles no se recomienda esta posición:
No es una posición natural o fisiológica.
La posición fisiológica del bebé es con su espalda redondeada en forma de C, rodillas más altas que su cola formando una M, también conocido como “posición ranita”, y pelvis basculada.
Esta posición es la que respeta el adecuado desarrollo de las caderas y protege el desarrollo de la columna.
1. La espalda del bebé no se puede redondear.
En esta posición, al estar la espalda de bebé contra nuestro cuerpo, es imposible respetar la posición y su curvatura natural, es la espalda del bebé que se amolda a nosotros.
Posición ergonómica
2. Imposible bascular la pelvis.
Al portear ergonómicamente basculamos la pelvis, logrando subir las rodillas más altas que la cola del bebé, usando nuestro cuerpo como un tipo de “apoyo”, luego tela del portabebés ofrece la tensión necesaria para mantener la posición. En la posición de cara al mundo se pierde este apoyo y no hay forma de bascular adecuadamente.
En mochilas ergonómicas que ofrecen esta posición cara al mundo puede ser posible llevar las rodillas más alta que la cola, pero no es posible mantener en las diferentes etapas de desarrollo del bebé. Igualmente su espalda va apoyada contra el adulto, lo que impide que la espalda se redondee correctamente.
Más adelante hablaremos sobre las diferencias de llevar a un bebé en esta posición en una colgona vs una mochila “ergonómica“.
El bebé se sobre estimula.
El bebé queda expuesto en todo momento a los estímulos del medio y puede sentirse abrumado por los sonidos, sensaciones y luces a los que está expuesto en todo momento, esto hace que bajen los niveles de oxitocina (hormona del amor) y aumenten los niveles de cortisol (hormona producida como respuesta al estrés), esto no es positivo para la salud emocional del bebé.
Cuando un bebé está sobre estimulado puede mostrarse irritado, su llanto es creciente y difícil de consolar, este puede convertirse en un momento incómodo para el bebé y el adulto.
El bebé no se puede refugiar en el adulto.
Aunque los estímulos son necesarios en el desarrollo de nuestro bebé, también necesita paz, tranquilidad y seguridad para beneficiar su desarrollo. Cuando porteamos y el bebé mira hacia nosotros tiene la opción de refugiarse cuando lo necesita, sin embargo, al portear de cara al mundo pierde esta posibilidad y queda expuesto a los estímulos, aunque ya no desee recibirlos.
No hay comunicación visual.
El bebé no puede comunicarnos verbalmente lo que necesita, pero podemos interpretar lo que necesita según su lenguaje corporal. En esta posición perdemos este contacto visual y esto nos impide identificar las señales faciales del bebé, como hambre, sueño, incomodidad.
Riesgo de asfixia.
La cabeza del bebé no tiene punto de apoyo ni sostén, en bebés pequeños que no controlan totalmente su cabeza puede ser muy peligroso, ya que es difícil mantener las vías respiratorias libres. Si el mentón del bebé baja hasta tocar la parte superior del esternón las vías respiratorias se pueden obstruir, esto es conocido como asfixia postural.
Es imposible amamantar.
Si das de mamar a tu bebé el porteo puede ser un gran aliado, tanto para favorecer tu producción, como para poder ofrecer el pecho en el momento oportuno. Sin embargo, en esta posición es imposible, perder la oportunidad de ofrecer el pecho puede afectar la libre demanda y la producción. Inclusive puedes no darte cuenta cuando tu bebé necesite ser amamantado.
Posición incómoda para dormir.
El no tener apoyo en su cabeza y los constantes estímulos alrededor dificultan que el bebé se sienta cómodo para dormir, puede incluso postergarlo. Dormir es necesario para el adecuado desarrollo del bebé.
Mayor sensación de inestabilidad para el bebé.
Al tener menos apoyo y ajuste el bebé experimenta mayor movimiento, por lo tanto sensación de inestabilidad.
El bebé tiene menos puntos de apoyo
El bebé al tener menos puntos de apoyo el peso de su cuerpo recae completamente en el panel del cargador, esto hace que que el centro de gravedad del adulto se altere conviertiéndose en una posición inestable.
El centro de gravedad del adulto se altera.
Esto hace muy difícil mantener el equilibrio y genera mayor riesgo de caídas. También el constante esfuerzo por mantener el equilibrio y compensar esta variación sobrecarga la zona lumbar, lo que puede ser incómodo, y generar molestias o lesiones.
Posición cara el mundo en “colgona” vs mochila “ergonómica”
Todo lo mencionado se mantiene con unas pequeñas diferencias en cuanto a la postura que adopta el bebé en estos diferentes cargadores.
Posición colgona:
Cuando utilizamos esta posición en una colgona las piernas del bebé cuelgan de forma vertical y el peso recae en su zona genital. Al estar colgando las piernas es usual que choquen al caminar con las del adulto, siendo incómodo para ambos.
Viendo al mundo en mochila ergonómica:
En una mochila “ergonómica” la posición cara al mundo permite una mejor posición de la pelvis, en algunos casos permite llevar las rodillas más altas que la cola, sin embargo, sigue sin ser una posición fisiológica.
Hay que tener en cuenta que el asiento de estas mochilas no está diseñado para llevar a bebés de tamaño grande ya que su panel es angosto, cuando el bebé es grande las piernas igualmente caen y sus rodillas quedan más bajas que la cola.
Las piernas del bebé quedan hacia arriba, desplazando hacia adelante el centro de gravedad del adulto. El peso de las piernas del bebé ejerce fuerza hacia afuera, generando mayor riesgo de caídas y sobrecargando la zona lumbar, debido a que el adulto reacciona tirando hacia atrás. Al tener las piernas del bebé hacia arriba, pierden el apoyo en el adulto, lo que dificulta la circulación.
No recomiendo la posición viendo al mundo pero si tu decisión es portear en esta posición te sugiero:
▪ Elige el portabebés que se adapte lo mejor posible a la fisiología de tu bebé.
▪ Tu bebé debe tener perfecto control cefálico para evitar asfixia postural. Preferiblemente desde que el bebé se siente solo.
▪ Descarta problemas de cadera.
▪ Mucha atención a las señales de tu bebé.
▪ Cuida que la posición del bebé sea lo más ergonómica posible.
▪ Evita ambientes con demasiada estimulación.
▪ Portea en esta posición en cortos periodos de tiempo.
▪ Busca otras opciones como porteo a la cadera o a la espalda.
▪ Lee con atención las recomendaciones del fabricante.
▪ Busca una asesora de porteo que te pueda guiar correctamente.
Normalmente esta posición se elige porque se desea dar visibilidad y libertad al bebé; si tu bebé ya controla su cabeza y brazos puedes dejar que saque sus brazos fuera del portabebés, también te invito a portear a la cadera o a la espalda para que tenga mayor visibilidad, ¡ambos lo disfrutarán sin perder la comodidad y beneficios del porteo ergonómico!
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